Donuts caseros
Para cocinar con los peques
Este fin de semana me he propuesto enseñar a cocinar a Emma. Sólo tiene 2 años y 4 meses, pero le encanta copiar todo lo que yo hago. Y cuando me ve en la cocina siempre me dice que me quiere ayudar. Así que he decidido que los sábados por la mañana haremos cocina en familia. Recetas en las que los peques también puedan interaccionar con nosotros y de ese modo, transmitirles el amor por la cocina, como a mí me lo transmitieron mi madre y mi abuela.
Aún recuerdo ese olor a almendra tostada, a canela, a limón.. Y ese trajín de latas camino del horno. Mis abuelos tenían una tiendecita en Teba y hacían dulces para venderlos allí. Y mi abuela era una excelente repostera. Poco a poco iré compartiendo con vosotros muchas de sus recetas.
Masa de donuts:
- 250 gr. de Harina de fuerza
- 40 gr. de azúcar
- 1 sobre de levadura de panadero
- 125 ml. de leche
- 1 yema
- 20 gr. de mantequilla
- 1/2 cucharadita rasa de sal
- 2 cardamomos
- 1/2 ralladura de naranja
En un bol echamos la leche y la calentamos un poquito, solo la entibiamos para que no esté demasiado caliente. La temperatura ideal es de 37º, pero no hace falta que sea exacta. Disolvemos en ella el sobre de levadura. Añadimos la mantequilla derretida, pero no caliente y la yema de huevo. Y movemos bien con las varillas. Añadimos el resto de ingredientes secos (azúcar, harina y sal) y la semilla del cardamomo, previamente machacada con un mortero, y la ralladura de naranja.
Glasseado:
- 50 gr. de azúcar glass
- 10 gr. de leche
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
Amasamos bien hasta que se haga una pelota de masa manejable. Aplastamos con un rodillo y con un vaso, aro de emplatar, o molde, cortamos los donuts y los dejamos reposar sobre papel de cocina, con un trapo humedecido, en un lugar sin corrientes durante 1 hora o hasta que haya doblado su volumen.
Hacemos la glassa:
Mezclamos los ingredientes de la glassa con unas varillas y reservamos.
Freimos los donuts en aceite de girasol y esperamos a que se enfrien y bañomos en la glassa reservada, por una cara y luego por la otra y los ponemos a escurrir en una rejilla hasta que estén totalmente secos.